Tú tienes el Poder de ser lo que desees

Los mensajes que desde niños hemos recibido, determinan sobremanera lo que vemos en nuestro presente o futuro. Si escuchamos con frecuencia esa frase de este post o mensaje similar, es muy seguro que desarrollaremos la autoconfianza. Rasgo muy determinante en la automotivación, segunda habilidad de la inteligencia emocional. 

Por otra parte, jamás lograremos algo si no confiamos en que así será. Hemos sido criados bajo una enseñanza de que si cometemos errores somos mediocres, no nos enseñaron que equivocarnos nos deja la enseñanza y aprendizaje de cómo hacerlo mejor. 

En este sentido, las personas se ven en la tarea de ocultar sus errores o culpar a otros. El sentimiento que reina es el miedo a que nos vean como fracasados si no logramos algo a la primera. Si eso se vuelve una carga para un adulto, imaginemos lo que significa para un niño. 

Y es que a veces es tan fuerte que, ni siquiera teniendo evidencias de logro, desarrollamos confiar en nosotros mismos. La buena noticia es que, a pesar de tener este programa mental, podemos desprogramarnos de él.

Recuerdo que una paciente me decía, que de niña escuchó a su madre decirle: “nunca vas a lograr nada”, era tan frecuente oír eso que ella lo terminó creyendo. Pero en su interior había algo que no cuadraba. En el transcurso de su vida de estudiante, ella se esforzaba mucho para obtener buenas notas y demostrarle a ella que lo podía lograr, la respuesta que recibía era “tuviste suerte”. 

Ella continuó con ese empeño y se preguntaba, porqué su madre siempre le seguía diciendo lo mismo. Incluso cuando se graduó de la universidad, el día del acto, ella le dijo “madre, a ver si se le quita la manía de decirme que nunca lograré nada”, a lo que su madre le respondió que “siempre lo hice para retarte a que te esforzaras”. Obviamente era una respuesta falsa. Pues ahora se adjudicaría el éxito de la hija por ese reto.

La pregunta en este caso sería, “¿Y cómo hizo esta hija para superar la negatividad de su madre y alcanzar el éxito?

  1. Tenía un propósito real, lo deseaba con todo su corazón.
  2. Luchó por él, haciendo caso omiso a los comentarios de su madre (Caso de la rana sorda, otro día te cuento). 
  3. Tenía actitud triunfadora.
Tienes el Poder

Este caso nos muestra que, cuando las personas confían en sí mismas, a pesar de todo, se demuestran así mismas y a los demás, que cuando se proponen algo lo pueden lograr. Lamentablemente, este caso no es muy común, generalmente las personas se quedan con la creencia de “no puedo”. ¿Pero sabes qué? ¡Sí puedes!

Jacqueline Alvarenga

Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta