Muchos chicos han encontrado un refugio en autolesionarse, como una forma de aliviar el enojo contra sus padres o contra ellos mismos.
Al hablar con algunos adolescentes que tienen esta práctica dicen que hacer esto, les distrae del dolor que sienten, de no ser comprendidos, escuchados, amados (según su percepción) y que al ver la sangre correr -de los lugares que generalmente son poco visibles- viven la fantasía de que, de esa forma dejan salir su enojo, frustración, tristeza o cualquier emoción que experimenten.
Las causas generalmente están en padres indiferentes, exigentes y que no dan el mejor ejemplo de afecto, comprensión o guía. Por eso el enojo lo revierten contra ellos mismos.
Cuando los padres lo descubren, ya sea porque ven las cicatrices o del colegio les informaron, en lugar de encontrar la causa, conocer las necesidades de sus hijos, agravan la situación regañando, castigando o prohibiendo cosas que al hijo le interesan.
¿Cuál puede ser la solución?
- Tomar en serio este llamado de auxilio de los hijos.
- No castigar a ciegas por lo que hace.
- Investiguen cuál es el dolor de su hijo adolescente, converse con ellos, aunque le respondan con rebeldía o enojo, insista porque lo necesita.
- La adolescencia es una etapa de confusión por lo que necesitan ser instruidos, pero sobre todo amados y comprendidos.
- Piense que no sabe cómo comunicar lo que le sucede, empiece a humanizar la relación con ellos, recuerde que es un ser divino en formación y usted está a cargo.
- Ámelo incondicionalmente y acéptelo con sus cualidades y defectos, ayúdelo a ser mejor.
- Cuando los padres de familia no logran empatizar con los hijos, agravan el problema ya que ellos están en el proceso de ser adultos y a veces no somos el mejor ejemplo, ya que nos portamos como padres adolescentes.
- Establezca momentos de calidad que le permitan conocer sus intereses, que vea que a usted realmente le importa lo que le pasa.
- No mida fuerzas con ellos por que se va a agotar y terminará tirando la toalla y no habrá resuelto nada.
- Es importante no criar hijos resentidos, con enojo y sobre todo que vivan con la creencia que en este mundo están solos.
- De estas autolesiones hay un paso bien corto para las adicciones y esta es otra historia y mas dolorosa.
Jacqueline Alvarenga
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta
