Uno de los grandes problemas que viven los adultos es cuando sus padres los desaprobaron en la infancia. Si ellos tuvieran conocimiento de las grandes repercusiones que este comportamiento tiene en sus hijos, que esto se ve reflejado en la misma infancia, adolescencia, juventud y adultez.
Quiero compartirte algunas de las conductas que los adultos tienen al haber sufrido desaprobación o falta de aceptación a todo lo que hacen:
No toleran ninguna crítica ni observación.
Se mantienen a la defensiva, pues interpretan de manera inconsciente que todo lo que se les dice los obliga a defenderse.
Provoca ansiedad y un gran temor a que, si es su jefe o un compañero de trabajo, una crítica implicará despido, siempre piensan mal.
Con la experiencia infantil de que no pudieron defenderse de cualquier acusación de sus padres, ahora de adultos son hiper sensibles y de inmediato reaccionan mal.
Los hijos de padres desaprobadores, siempre siguen haciendo cosas para ganarse la aprobación de ellos, pero lo mas triste es que esto no sucederá, sus padres no los aprueban y siempre les dicen “Si está bien, pero… Pudiste haberlo hecho mejor”.
Estos padres también fueron desaprobados y solo siguen el mismo patrón desaprobador, por lo tanto, estos hijos cuando tienen su propia familia desaprueban a su pareja, a sus hijos y la cadena sigue.
Se sienten menos que la demás gente.
Temor a expresar sus ideas por temor a ser descalificado. En reuniones de trabajo o capacitaciones siempre están en silencio, aunque tengan las ideas o propuestas.
Cuando otros reconocen sus potencialidades, no las pueden aceptar, creen que no es cierto o que se están burlando, ya que no son capaces de darse crédito a sí mismos.
En mi práctica clínica veo casos de adultos que sufren mucho por esta creencia limitante implantada, porque finalmente ya no es necesario que sus padres estén presentes diciéndoles cosas, esa voz ya está instalada y se desaprueban solos.
¿Qué hacer para resolver esto?
Haz un recuento de tus logros, te darás cuenta de las cosas maravillosas que has hecho.
Dite a ti mismo “Yo Soy Suficiente” … agrega a esto “bueno para hacer esto o aquello”
Reconócete las habilidades o cualidades que te has visto por años, acéptalas y felicítate, te lo mereces.
Deja de ser juez y jurado con lo que haces.
Date el amor y la aceptación que no has recibido, porque no vendrá del lado de tus padres, ellos no pueden darte lo que no les dieron.
Perdónalos, a ellos también los destruyeron.
