Culpar a otros de los problemas propios es una acción inconsciente que ayuda a manejar la culpa que se siente por los resultados que en la vida se están obteniendo.
Lo que las personas en este caso sienten es que es muy grande la responsabilidad de sobre llevar el hecho de haber tenido resultados negativos o que salieron mal, sobre todo si esto se da repetidamente, ya que no se encuentra una explicación al origen, por lo tanto, no hay forma de cortarlo o encontrar una solución al efecto.
Lo cierto es que poder tener el conocimiento de que de pequeños fuimos siempre criticados, culpados por todo, aun cuando no se ha tenido nada que ver, es una responsabilidad muy grande para poder tener esa claridad más adelante. Por esa razón, desde la adolescencia, juventud y adultez, es mucho mas cómodo responsabilizar a los demás por algo que hicimos o quizá no.
El miedo a ser acusado, castigado o señalado se vuelve intolerable y para librarse de eso, la gente recurre a desvincularse de la responsabilidad, culpando a otros por los resultados.
Cuando esto se lleva a una relación de pareja, es lo mismo, solo cambian los actores. Cuando la relación va mal, la persona con este hábito, culpa a su pareja de la falta de comunicación, de afecto, etc. Pero jamás se da cuenta del porcentaje de responsabilidad que le corresponde, porque de inmediato se establece la conexión con eventos guardados en sus neuronas desde su infancia.
De no resolver esta situación a través de ayuda psicológica, continuará viviendo una y otra vez lo mismo, afectando relaciones tanto personales, de amistad o laborales.
Jacqueline Alvarenga
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta

Te invito a ver el siguiente video en mi canal de Youtube, en el que te hablo un poco más sobre el tema: