El cerebro funciona de acuerdo a la información que recibe, creando programas que van directamente al cerebro Inconsciente, que constituye el 95% y el 5% restante funciona a nivel Consciente.
Cuando estamos sometidos a situaciones en donde nos sentimos en peligro, amenaza o una situación que no podemos resolver, activa el sistema de emergencia, que genera la hormona Cortisol, que nos inyecta la energía suficiente para poder huir, cuidarnos, escondernos o simplemente a otras personas les puede paralizar. A la larga la generación constante de esta hormona, contamina el organismo siendo dañina para otros órganos y sistemas del cuerpo. En la parte emocional afecta igual, pues se mantiene una conducta agresiva, ira, necesidad de estar compitiendo con otros, falta de tolerancia a la frustración, miedo, hasta llegar a la violencia.
A esta sensación le llamamos generalmente Estrés, que es el estado de tensión mental y emocional, resultante de enfrentar circunstancias adversas o muy exigentes, causando efectos dañinos a mediano y largo plazo, nos hace mantenernos en estado constante de alerta y lo que más se trata es de controlar la situación, pero cuando no se logra puede a su vez generar otro tipo de respuestas que alteran el equilibrio.
Algunas de estas respuestas son la Ansiedad e Incertidumbre. La primera no permite vivir el presente, pues muestra extrema preocupación por lo sucedido en el pasado y por lo que podría suceder en el futuro.

La Incertidumbre es una confusión a causa de la falta de seguridad o certeza de algo, por esa razón hay mucha inquietud mental y emocional. Cuando ambas se presentan juntas es la peor combinación que puede haber, ya que no se puede pensar con claridad y de ahí se produce la angustia, que es una estrechez de mente, no se ven opciones o alternativas, ya que se mantiene una visión de túnel.
Algunas manifestaciones a nivel mental ante las crisis son las siguientes:
- Falta de claridad de pensamiento
- Focalización en un solo tema
- Excesiva preocupación
- Dificultad para conciliar el sueño o exceso del mismo
- Dificultad para concentrarse o pensar en ideas nuevas
- Manifestaciones a nivel emocional ante las crisis:
- Intranquilidad
- Poca tolerancia a la frustración
- Se vive en estado de emergencia o huida
- Vivir en constante estrés
- Agitación
- Excesivo control sobre situaciones o personas
- Cualquier situación lo frustra Miedo excesivo
En el caso específico que estamos viviendo, en donde se ha generado un miedo exagerado a enfermarse pues las noticias pareciera que esa es la misión, baja automáticamente las defensas físicas, lo que vuelve más vulnerable al contagio; la incertidumbre a la reintegración a la vida productiva, falta de ingresos, pérdida del trabajo, encierro prolongado, etc. Todas estas son circunstancias que generan incertidumbre, ansiedad y estrés, entre otros.
Las herramientas para enfrentar estas manifestaciones son llamadas también Formas de Autocuido, entre ellas sugiero las siguientes:
- Identificar los pensamientos recurrentes para introducir otros que sean lo contrario, aunque no sea cierto o no lo crea, tiene que obligar al cerebro a cambiar de pensamientos, por ejemplo si constantemente piensa “y ahora qué va a pasar, esto no tiene solución, las deudas aumentan cada día, no tengo dinero, etc” puede practicar otros pensamientos como “esto ya va a pasar, encontraré un mejor trabajo, emprenderé en un negocio propio (busque para qué tiene talento y gane dinero con ello). Insisto, aunque no crea que estas afirmaciones sean ciertas, debe obligar a su cerebro a pensar de esa forma, hasta que se convenza y empiece a ver cambios. La mente es poderosa y puede ser su mejor amigo o su peor amigo.
- Aprenda a respirar correctamente, mejor aún busque videos en youtube para poner la mente en paz, medite y respire bien, para que su cerebro se oxigene y pueda restablecer el control mental perdido.
- Restablezca su Fe, la parte espiritual es vital en momentos de crisis. Debe saber que hay cosas o experiencias por las que debemos atravesar, para crecer, evolucionar y salir adelante.
- No culpe a Dios por lo que está pasando, parte de lo que estamos viviendo era necesario pues necesitábamos hacer una pausa en la vida acelerada que llevábamos (esto es ver el lado positivo dentro de lo negativo).
- Fortalezca la confianza en sí mismo, haga una lista de todas sus cualidades, habilidades y talentos, verá que esta situación puede ser una oportunidad para ser alguien mejor, estábamos acostumbrados a una rutina y es comprensible que lo que sucede nos ha sacado de esa zona de confort.
- Busque hacer algo de ejercicio, ahora con la tecnología tenemos acceso a lo que querramos, por tanto puede establecer una rutina de ejercicios en línea.
- Las personas que no aprenden a manejar el tipo de pensamientos que cultivan a diario, son inevitables víctimas de todo lo externo, opiniones de personas que se alimentan de divulgar especulaciones. Aléjese de esas personas, son tóxicas para usted.
- Busque siempre el otro lado de las cosas, todo tiene dos versiones, tome nada más la que le favorece a su mente y a sus emociones.
- Aun cuando usted tenga miedo o se sienta inquieto, practique dar consuelo a otros, comenzará a ver cambios en usted a nivel mental y emocional.
- Viva el presente y sea agradecido por lo que tiene, no se enfoque en lo que no tiene.
- Recuerde que nada es para siempre y salir delante de esto que nunca en la historia del mundo se había dado, nos vuelve personas importantes pues dentro de unos años contaremos estos eventos como algo que con valentía sobrevivimos.
Jacqueline Alvarenga
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta