INTELIGENCIA EMOCIONAL Definición y tipos.

Conoce el concepto, características y ejemplos.

La Inteligencia Emocional es la capacidad de conocerse a sí mismo, saber las emociones que experimenta y saberlas gestionar, tanto las propias como las de los demás. 
Esto quiere decir, soportar el estrés, manejar sus impulsos y saber cómo reaccionar ante la incertidumbre. Saber automotivarse cuando desea emprender algún proyecto personal o laboral, entendiendo bien su motivo para hacerlo, confiar en sí mismo, perseverar, tener resistencia y persistencia para lograrlo. 

Beneficios:

Tolerar la frustración y corregir errores para volver a emprender los pasos que te guíen para alcanzar una meta. Poder entender tanto sus propias emociones y las razones por las cuales actúan las otras personas, además de lo que sienten. Esto también implica poseer la capacidad para establecer relaciones interpersonales, de manera saludable y satisfactorias. 

Por ejemplo: saber comunicarse de manera asertiva, expresar lo que piensa, siente y quiere, recibir y hacer críticas constructivas, trabajar en equipo, reconocer las capacidades de otros.  

Origen de la Inteligencia Emocional.

La Inteligencia Emocional tiene su origen en las Inteligencias Múltiples que planteaba Gardner. Daniel Goleman retomó estos conceptos e hizo la propuesta tomando la Inteligencia Intrapersonal e Interpersonal, aduciendo que la combinación de estas daba como resultado la IE

Habilidades de la Inteligencia Emocional

De las Inteligencias Múltiples surgieron las 5 Habilidades de la Inteligencia Emocional, planteándolas de la siguiente forma: 

Inteligencia Intrapersonal: cómo nos relacionamos con nosotros mismo al tener conocimiento sobre nuestras propias emociones. De ahí surgieron las primeras tres habilidades:

  1. Auto conocimiento
  2. Auto regulación
  3. Auto motivación

Inteligencia Interpersonal: dependiendo de cómo nos llevamos con nosotros mismos, es la forma en que establecemos la forma en que nos relacionamos hacia afuera, con el resto de las personas. De ahí surgen las siguientes dos habilidades de la Inteligencia Emocional:

  1. Empatía
  2. Habilidades Sociales

Es muy importante darnos cuenta de que la inteligencia emocional se mide por coeficiente mental alto y bajo. No hay intermedios. Se tiene desarrollada o está bajo, pero no hay términos medios. 

La inteligencia emocional es útil medirla en las organizaciones, pues esto determinará el grado de tolerancia a las frustraciones, al estrés, la forma de relacionarse y de comunicarse. Además, esto también ayuda a determinar la disponibilidad en el servicio al cliente, el liderazgo, el trabajo en equipo, la comunicación, entre otros factores que ayuden a determinar si una organización es emocionalmente inteligente, tanto como las personas que la integran.

Otros beneficios

Se pueden obtener al evaluar el coeficiente emocional de las personas:

*Reconocer áreas deficientes para trabajar en ellas. 
*Iniciar el desarrollo de las 5 Habilidades de la Inteligencia Emocional
*Conocer la manera de alcanzar un nivel mayor de equilibrio emocional y aplicarlo en las áreas donde nos desenvolvemos.
*Comenzar un camino de compromisos de cambio

Según Daniel Goleman, el Coeficiente Intelectual, solo predice entre el 4% y 10% del éxito profesional (se mantiene, nunca cambia), este habla sobre los conocimientos técnicos y deja fuera a muchos otros factores. Este permite que nos contraten, pero no predice que seamos sobresalientes en el trabajo. 

El Coeficiente Emocional (se desarrolla y eleva durante toda la vida) aporta el 80% a 90% de las habilidades que llevan al éxito en las organizaciones y en las personas, para alcanzar metas; permite mostrar a personas más exitosas, más adaptables, persistentes, automotivadas, escuchan, comprenden, saben trabajar en equipo, se sobreponen a los fracasos y aprenden de ellos. 

Líderes con Inteligencia Emocional: 

El aporte de Daniel Goleman en cuanto al liderazgo dice que poseen un pensamiento global, holístico, reconocen sistemas de trabajo, toman decisiones acertadas que pueden sostener por unos años, pero que de acuerdo a las circunstancias pueden cambiar para mantenerse actualizados, no son rígidos. 

Hacen planes de mejora para sí mismos y para la organización, para eso necesitan necesariamente de los demás, reconocen que no van a avanzar solos. Necesita además saber persuadir, motivar, influir, inspirar, escuchar a las demás personas, para lograr metas. 

Para entender la inteligencia emocional, es necesario saber qué es una emoción

Es un estado fisiológico corporal que está asociado a un patrón de comportamiento característico de la especie humana. 

La emoción es en esencia un impulso que nos lleva a actuar con programas de reacción automática con los que nos ha dotado la evolución. 

Las emociones surgen en respuesta a un estímulo interno o externo, estos provocan sensaciones que se experimentan con la ayuda del resto del organismo. 

 Existen 5 emociones básicas, de las que se derivan muchas más, afines a estas, que tienen relación con el estímulo:

  1. Miedo
  2. Enojo 
  3. Tristeza
  4. Amor 
  5. Alegría o Placer

Existen algunas formas de reaccionar de acuerdo con el grado del coeficiente emocional: 

Coeficiente Emocional Bajo: 

  • Bloqueo: la persona se paraliza, lo que hace es no hacer, evade.
  • Actuación verbal o material: vocifera, insulta, da un portazo, agrede físicamente.
  • Somatización: gastritis, taquicardia, insomnio, erupciones cutáneas, otros.

Tales conductas, lejos de llevar a una resolución del problema, constituyen un daño para la persona y para su entorno.

Coeficiente Emocional Alto: 

  • Maneja la situación adecuadamente, tomando cada obstáculo que se le presenta, como una oportunidad para su crecimiento personal.
  • Enfrenta la situación de manera realista y positiva.
  • Persevera en la resolución de las dificultades.
  • Obtiene aprendizaje en lo sucedido.
  • Es resiliente.

Jacqueline Alvarenga
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta

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