Continuando con el tema de padres y adolescentes, hay otros tópicos que deseo compartirte y que puedas utilizar.
Cuando los padres sienten que están perdiendo la batalla después de constantes luchas en donde miden su poder, deciden comenzar a chantajearlos con cosas materiales, permisos, alianzas, etc. Este es un grave error pues le estás dando a entender que ellos tienen el poder de decisión y que sólo harán lo que tu dices si ellos salen ganando, los padres piensan que es al revés, pero no es así para los hijos. Lo que debes es hacer es llegar a acuerdos en donde lo responsabilizarás a él totalmente del resultado, pues conocerá las consecuencias del no cumplimiento, olvídate de los chantajes. Tu hijo ha crecido, ya no te obedecerá a ciegas a menos que entienda cómo y para qué debe tener este u otro comportamiento.
Los padres modernos deben entender que no pueden educar o corregir a sus hijos con los mismos métodos con los que fueron educados cuando fueron niños. Eso de creer que ahora eres un ciudadano o profesional excelente porque tus padres te educaron a palos, ¡no es cierto! Eres alguien de provecho por tus propios valores, porque había algo dentro de ti que te hizo tener esa convicción. Los castigos físicos solo vuelven mas rebelde a tu hijo, quien además crece con mucho resentimiento, dolor y deseos de lastimarse así mismo para castigarte a ti. Aunque sigas creyendo que golpearlos para que hagan caso es lo mejor, analiza si cuando lo haces es solo para calmar tu frustración y enojo ante su desobediencia.
En primer lugar los hijos necesitan sentir que te interesas por ellos y por sus curiosidades. De pequeños les debemos decir que sus partes íntimas no las debe tocar nadie. En la adolescencia no debes hacerle ver que la sexualidad es prohibida, que se enfermarán, etc. Lo mejor es responder sus inquietudes, de acuerdo a como van surgiendo, si tu no le respondes ellos lo averiguarán por su lado y de manera distorsionada. Puedes introducir el tema hablando del noviazgo, el amor, el respeto. Puedes hablar de la masturbación de manera natural, sin vergüenza, ellos saben mas que nosotros al respecto, pero mal orientada. Como papá debes aprovechar cuando tu hijo acude a ti para saber algo, no te sientas avergonzado de hablarle de sexo poniéndolo como tabú. Debe ser natural, de todas formas Dios nos lo dio. Solo debes hacerlo responsable para evitar embarazos no deseados.
Una de las causas de la mala relación con los adolescentes es que los padres insisten en tratarlos como niños pequeños, resolviéndoles todo, controlándolos, invadiendo su privacidad, escuchando sus llamadas, revisando sus celulares y otras cosas. La relación se mejora cuando se aprende a escucharlos y conocer sus necesidades, dejar de juzgarlos y sobre todo conversando tranquilamente con ellos, haciendo caso omiso a sus portazos o gritos. En este caso les debes decir que a gritos no lo escucharás y que si tira las cosas, ellas son objetos inanimados que no tienen culpa de su enojo. Los padres deben evitar volverse adolescentes entrando en su juego o regresando a una etapa que se espera ya superaron. Hay un gran trabajo por hacer papás, lo podrán hacer mejor si buscan ayuda.
Tanto para adultos como para tu hijo adolescente, es muy importante saber gestionar sus emociones. Recuerda que tu eres su modelo, por lo tanto, aprenderán juntos. Empieza por hacerlo hablar sobre lo que están sintiendo, si es enojo haz que desmenuce las causas, entre los dos, busquen otra manera diferente de enfrentar una situación, haz que caiga en la conclusión de que siempre hay mas maneras de resolver una incomodidad, tristeza, resentimiento. Al hablar de una situación y sus emociones, es descompresionante para el chico y aprenderá que las cosas se resuelven evacuándolas y no reprimiéndolas. Esta lección también es para ti papá/mamá. No lo regañes por enojarse o entristecer o recluirse en sí mismo, en esta etapa las hormonas andan al mil, solo compréndelo.
Como padres de familia deben aprender formas o técnicas para hablar con sus hijos adolescentes. Serás un coach para tus hijos si haces lo siguiente:
- Pregúntale qué cree que está haciendo mal en su comportamiento.
- Luego pídele que el sugiera cómo puede mejorar y por dónde empezará a cambiar.
- Dale un momento para que piense, pues su diálogo interno estará activo en las dos direcciones, pensamientos positivos y negativos, por lo tanto, tenle paciencia.
- Si en su análisis encuentra algo que te sugiere que tú cambies, entren en una negociación, pero ten cuidado de que no sea el quien ahora te chantajee. Devuélvele la responsabilidad a él/ella en todo momento y con calma.
- Este tipo de diálogo lo puedes tener cada vez que haya tenido una mala conducta, haciéndole ver que él no es que esté mal, solo su comportamiento. Eso reforzará su autoestima y emocionalmente aprenderá que las cosas se hablan.
- Esto tiene como resultado que se le irá quitando la idea que ya tiene de que “ya vas a sermonearlo” y la verdad ha sido así.
