La inseguridad personal proviene de no haber recibido reafirmación del Ser desde la infancia. Es decir, no hubo nadie que aprobara nuestros aciertos y fuimos nada mas criticados en los desaciertos. Obviamente lo que genera es esa sensación de no ser alguien importante o que tiene características que provocan admiración en los demás.
Cuando solamente recibimos críticas, regaños, que enfatizan nuestros errores, se crea interiormente un temor para emprender cosas importantes hasta las mas sencillas. Las personas que viven estas experiencias desde edades tempranas tienen la creencia de que no sirven para nada, que no tienen cualidades físicas ni comportamentales por las cuales ser admiradas.
Lo mas difícil de esto es que al llegar a la adultez, estas personas no tienen metas claras para su vida, viven el día a día, generalmente no adquieren compromisos y prefieren ser seguidores de instrucciones. Todo por temor de hacer mal las cosas.
Algunas personas sufren mucho por esto, pues quisieran experimentar un cambio en sus vidas, pero se sienten atrapadas, pues en su interior saben que podrían ser mas de lo que son; otras se resignaron a la mediocridad y no hacen ni el intento por modificar su vida, por lo que siguen viendo los mismos resultados, aduciendo que “es su destino”, perdieron los deseos de luchar y nada mas dejan que la corriente los lleve. Ante los golpes duros piensan que eso viene de Dios y por eso no se oponen.
Si tienes personas conocidas que estén pasando por esta situación o si eres tú, piensa en esto: Los adultos que nos hicieron creer esto, no tuvieron las oportunidades para poder tener otra opción para su vida y eso fue lo que te enseñaron, pero tú ahora, puedes cambiar eso, eres dueño de tus decisiones por lo tanto puedes cambiar ese “destino” al que te has resignado.
Tomar consciencia de esto te hará descubrir que sí tienes lo que necesitas para cambiar tu rumbo, ponte en positivo, no te rindas antes de iniciar.
