SUFRIMIENTO POR ABUSO SEXUAL DEL PROGENITOR

ABUSO SEXUAL DEL PROGENITOR.

Para cualquier persona, el sólo saber de este hecho es aberrante, degradante y doloroso. Ahora, imaginemos para el niño o la niña que lo sufrió.

Esto da lugar a varias situaciones para la víctima:

  1. Haber sufrido el dolor físico del hecho en sí
  2. Repetir este evento por mucho tiempo
  3. Haberse sentido engañada y traicionada
  4. Guardar el secreto bajo las amenazas del agresor
  5. Frustración e impotencia de no poderse defender

Aun cuando se tiene la edad para una penetración en el caso de la mujer, siempre causa dolor la desfloración. Para una niña pequeñita es aún mas doloroso, puesto que su vagina tiene proporciones mucho menores para tolerar una penetración forzada.

Si el evento se repite durante semanas, meses y años, siempre es abuso que causa dolor, puesto que, al no estar en la misma sintonía con el abusador, el cuerpo se resiste y los músculos vaginales se retraen, teniendo el mismo dolor que la primera vez.

Abuso sexual infantil.

Pasando al ámbito emocional y psicológico, nace una creencia de no merecimiento de amor, de reconocimiento, de respeto, etc. y eso va directo a la autoestima. Porque te crees que eres tan insignificante, que no mereces nada en la vida. Porque naciste con algo malo que te hizo presa fácil de tu mismo padre.

Vas por la vida deseando el amor verdadero, pero al tener abierta esta herida, la persona hace que la sigan humillando, traicionando o maltratando.

Muchas mujeres adultas, en un intento por protegerse, guarda por años este acontecimiento, porque cuando era pequeña le daba miedo la culparan de lo que pasó o que el agresor cumpliera las amenazas. Al establecer relaciones de pareja no logra sentir satisfacción, porque surge en ella el “no me merezco ser feliz”.

La frustración de no haberse podido defender, crea un enojo consigo misma, auto reproches y culpa. Esta es una mala combinación de factores, pues generalmente estos generan cáncer con el pasar de los años.

Te sugiero algunas medidas paliativas con las que puedes aliviar un poco tu situación si has sido víctima de abuso sexual en la infancia o si conoces a alguien que está pasando por este sufrimiento emocional:

  1. Comienza comunicándote con tu niña, escríbele una carta diciéndole que ella no es culpable de nada de lo sucedido, que la persona que lo hizo estaba perturbada y solo pretendía satisfacer sus impulsos sin darse cuenta del daño que le hacía. Pídele perdón por haberla tenido abandonada todos estos años, pero que ahora vas por ella, para que estén juntas, pues es la persona más importante para ti y dile cuánto la amas.
  2. Luego en la misma carta, en la parte de abajo, responde como si fueras la niña abusada. Escribe con tu mano izquierda como si fueras la niña, dándote las gracias por aclararle la situación y porque la llegaste a traer para siempre estar juntas. Al final dile que la amas.
  3. Esto hará que tu inconsciente entienda que en realidad esto ha sucedido y te dará mucho alivio.
  4. No dejes de buscar ayuda profesional, para seguir sanando tus heridas.  

Jacqueline Alvarenga

Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta

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